Cuando aprendes a llorar...

Cuando llega el momento en la vida de toda persona que aprende que cuando se llora se alivia su alma, que no solo se llora de dolor, de tristeza, de alegría, se llora por amor, se llora por temor, se llora sin razón pero se logra trasmitir lo que dice el corazón. Nunca sabrás el valor de una lagrima hasta que ella salga de tus ojos, nunca sabrás como cuesta no llorar cuando lo único que te queda por hacer es ser fuerte, a veces nos ponemos a pensar si vale la pena derramar una lagrima por un amor no correspondido, por una relación que se termino, o por un ser que ah partido, pero no pensamos de momento, que ese amor que no se dio fue el principio que forjo este amor que hoy vivo, que la relación que se acabo me sirvió para alcanzar la madurez y no cometer los mismos errores, que esa persona que partió solo se adelanto en este viaje que llamamos vida. Cuando se aprende a no esconder los que llevamos en lo mas profundo de nuestro ser, apreciamos diferente los detalles de la vida, las pequeñas cosas que llenan de sentido nuestra vida, cuando aprendes a llorar tendrás una perspectiva mas cercana de lo que realmente significa la vida, cuando llores por amor, cuando sea de alegría, cuando llores por un hijo, cuando llores por orgullo, cuando seas un campeón, cuando te toque una derrota, cuando te rompan un sueño de niño, o una simple desilusión, todas estas cosas forman parte relevante de como día a día se escribe en el papel de nuestras vidas. Cuando brotan de verdad de lo profundo de nuestra alma esas lagrimas que parecen purificar todo lo malo que ah pasado, son parte de nuestro pasado en forma de recuerdo, son esenciales en nuestro presente para mostrarnos el camino, y de seguro nos acompañaran en lo bueno y malo de nuestro futuro. Nadie te enseña como llorar, nadie te prepara para los momentos difíciles, y mucho menos te evitan que sucedan, tal vez llegan para dar paso a la felicidad, o simplemente para ayudarte a ser mejor, ahí es donde entra en juego lo importante de llorar, que manera mas única y sutil que nos dio Dios para expresarnos sin hablar, que mayor gesto de estar vivos que sacar de nuestro cuerpo un pedacito de lo que físicamente solo una lagrima puede explicar, esa mezcla de sentimiento que solo los ojos pueden producir. No te avergüences de sentir, no le temas a ser vulnerable, no te niegues a expresar lo que te este pasando, no dejes de llorar cuando sea necesario, porque aunque el tiempo se lleve la vida no es tarde para aprender a llorar, hoy solo disfruta de los motivos que te de la vida para ser libre de decidir, y cuando te toque llorar recuerda que es una forma de sacar, eso que simplemente llevamos adentro...